Desde hace ya algunas semanas estoy compartiendo el interior del kit de protección Educo para prevenir la violencia en la infancia, y en este último post (el resto puedes verlos aquí, aquí y aquí) nos centraremos en el contenido que nos ofrece el manual “Aprender a ver para desenmascarar la violencia”
Porque el primer paso para detectar y prevenir el maltrato infantil, es saber identificar las situaciones violentas que ocurren en torno a la infancia, algo que no siempre es fácil debido a cómo tenemos integrada la violencia en nuestra vida, y lo socialmente aceptado que sigue estando la violencia contra los niños.
“Maltrato es todo lo que no sea buentrato. Y la mejor manera de prevenirlo es aprender a tratarnos bien los unos a los otros”
En este manual del kit de protección Educo, nos dan todas las claves para identificar todas y cada una de las modalidades de maltrato infantil, y os resumo un poco por aquí los indicadores básicos dependiendo del tipo de maltrato.
MALTRATO FÍSICO
A simple vista: magulladuras moratones, fracturas, quemaduras, cortes, marcas, señales de asfixia.
Conducta del niño o niña: cauteloso con respecto al contacto físico con adultos, reacciones extremas, miedo a sus padres, baja autoestima.
Conducta del adulto maltratador: Disciplina desproporcionada del niño o niña, falta de explicación sobre el origen de las lesiones, abuso del alcohol u otras drogas, intenta ocultar la lesión o encubrir al responsable de la misma.
NEGLIGENCIA FÍSICA
A simple vista: falta de higiene, hambre frecuente, falta de supervisión, cansancio, somnolencia, absentismo escolar.
Conducta del niño o niña: pide o roba comida, tiene carácter asustadizo o tímido o por el contrario agresivo, se le ve apático y triste, tiene conductas dirigidas a llamar la atención.
Conducta del adulto maltratador: abuso de drogas , vida en el hogar caótica, muestra apatía o nulidad, puede sufrir alguna discapacidad o enfermedad crónica, puede que sufriera negligencia en su infancia. No presenta vecesariamente el aspecto descuidado del niño.
NEGLIGENCIA EMOCIONAL
A simple vista: perturbación o regresión en el lenguaje. Retrasos en el desarrollo físico. Trastornos alimenticios. Trastornos psicosomáticos como dolores de cabeza o de tripa.
Conducta del niño o niña: excesivamente pasivo o complaciente o por el contrario muy agresivo y propenso a los arrebatos de ira. Conductas demasiado maduras o inmaduras para su edad. Retraso en el desarrollo físico, emocional e intelectual.
Conducta del adulto maltratador: frialdad o desprecio hacia el niño o niña. Ausencia de muestras de afecto. Trato desigual a los hermanos. Despreocupado por los asuntos del niño o niña. Demasiado exigente o sin límites.
ABUSO SEXUAL
A simple vista: dificultad para andar y sentarse. Ropa interior rasgada y ensangrentada. Dolor, picor o hinchazón en la zona genital. Contusiones, desgarros o enrojecimientos de los genitales externos, zona vaginal o anal. Hematomas en la cara interna del muslo. Somatizaciones: dolores de tripa, dolores de cabeza.
Conducta del niño o niña: conducta inmadura para su edad. Aislamiento voluntario. Aprensión a que le vean desnudo y miedo extremo a que le hagan un examen físico. Comete acciones delictivas o se fuga. Manifiesta conductas o conocimientos sexuales que no corresponden a su edad. Incontinencia: vuelve a mojar la cama. Cuadros de depresión y ansiedad.
Conducta del adulto maltratador: extremadamente protectora o celosa del niño o la niña. Alienta al niño o niña a implicarse en actos sexuales. Experimenta dificultades en su relación de pareja. Abuso de drogas o alcohol. Está ausente del hogar de manera frecuente.
Ahora que ya tenemos todas las pistas que nos pueden indicar qué tipo de violencia puede estar sufriendo ese niño, el siguiente paso es notificar estas sospechas o pruebas de maltrato infantil en el teléfono: 116 111, gratuito, confidencial, y atendido por profesionales 365 días/ 24 horas.
Junto a este manual del Educo Kit se incluye el cuento “Toti y su truquimochila”, dirigido a los más pequeños cuya lectura puede ayudar a los niños y niñas a contar las situaciones de violencia que pueda ver o vivir a un adulto de su confianza.
El cuento tiene un lenguaje sencillo y claro que hace que el mensaje cale en quien lo lee. Mensajes como “hay que evitar el lenguaje de la violencia” o “Si algo te hace sentir mal es bueno decirlo” se intercalan en una historia en la que el protagonista debe atravesar un bosque en el que observa varias situaciones violentas y con la ayuda de algunos animales va comprendiendo lo que debe hacer en cada situación.
Como siempre he dicho en los post anteriores, estos Educo kit deberían estar en cada casa, aula, escuela, centro infantil, polideportivo… Es una lectura obligatoria para abrir los ojos y saber actuar ante la violencia que sufren los niños y niñas y que en muchas ocasiones pasa desapercibida o se justifica con que forma parte de su educación, como en el caso de los castigos o los gritos. Un regalo fantástico que puede cambiar muchas vidas.
Si te interesa conocer el interior del kit de protección Educo para poder valorarlo, puedes consultar estos post: