Mercadillo de trueque

Este fin de semana Martina y yo hemos vivido una experiencia única que nos ha encantado a las dos; ir a un «Mercadillo de Trueque».

Hace un tiempo que queríamos pasarnos, por que el último domingo de cada mes se celebra uno en nuestro mismo barrio, y siempre que pasábamos por allí veíamos como los vecinos de la zona montaban sus puestos con cosas que aunque estaban en perfecto estado, habían dejado de serles de utilidad.

Una de las veces, Martina se fijó en un juego de cubos de madera con números de colores que enseñé en nuestra cuenta de Instagram. Cómo no teníamos nada para trocar, y los cubos eran de un niño, Martina cogió su bolsa de gusanitos aún sin abrir y cerraron el trato.

Como en los últimos meses he tenido varios arrebatos de «limpieza general», todo lo que veía aprovechable lo iba metiendo en cajas. Películas en DVD, adornos para la casa, libros, algo de ropa e inevitablemente también juguetes, que Martina y yo seleccionamos juntas cuidadosamente.

Ha sido su primera «limpieza», la primera vez que se desprende de cosas de manera consciente, y aunque no tiene verdaderos objetos de apego, me ha llenado de ternura ver cómo razonaba sobre con qué juguetes ya no jugaba y cómo se «despedía» de ellos para que otros si pudieran aprovecharlos.

Así que finalmente ayer, nos decidimos a coger nuestras cosas y montar nuestro particular tenderete de trueque. Martina me ayudó a montar el puesto, y estuvo conmigo comprendiendo el funcionamiento del intercambio de objetos sin que haya dinero de por medio.

Para ser sincera, como estoy en modo «minimalista», mi objetivo real no era sacar algo a cambio de lo que llevábamos, si no más bien vaciar la casa, conocer a los vecinos y pasar un buen rato con ellos, y que Martina aprendiera que las cosas son eso, sólo cosas, y que el dinero no siempre es la única manera para conseguir algo.

Cómo no podía ser de otra manera, pasamos una mañana muy bonita y sí, encontramos algún tesoro en los demás puestos que no tuvimos más remedio que traer a casa, entre ellos una frasca a la que ya hemos encontrado utilidad como florero, una estrella de papel maché, unas mini alpargatas sin estrenar, un dominó de piezas de madera para Martina, y unos cuadernillos de colores/formas/números con unas ilustraciones tan bonitas que dan ganas de enmarcar.

mercadillo de trueque

mercadillo de trueque

Si tenéis algún mercadillo de trueque cerca de vuestra casa, no dejéis pasar la oportunidad de ir e involucrar a los peques, es una ocasión única para que aprendan el maravilloso arte de reutilizar.

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