Cuando era pequeña y veraneaba por Levante, Villajoyosa era el sitio al que ir a tomar chocolate (allí Valor tiene su central) o al hospital (era el que teníamos más cerca), pero para nada recordaba que el pueblo fuera tan colorido y pintoresco.
En nuestra escapada por el mediterráneo hemos pasado allí dos días en familia, y el ambiente no pudo gustarnos más. A pesar de su creciente popularidad en los últimos años, Villajoyosa ha sabido conservar ese sabor a pueblo impidiendo que hoteles y grandes edificios de apartamentos ocupen el centro histórico y el paseo marítimo, y pasear por sus callejuelas es una delicia.
Sus casitas de colores típicas de pescadores, los niños jugando libres en las calles, las terracitas de la plaza del Ayuntamiento, las sillas en la calle con las señoras charlando al fresco o jugando al parchís… por sus calles se respira un ambiente de vida tranquila de pueblo costero que aunque en verano triplique su población, no ha dejado que esto le afecte.
Todo el casco antiguo es peatonal, lo que lo hace fantástico para ir con peques, aunque también hay muchas cuestas y escaleras! Nosotros seguimos usando carrito, especialmente para los viajes, y en este hemos traído la silla GB Pockit, que os recomiendo totalmente por su practicidad, ligereza y manejabilidad. Su diseño es alucinante, y plegada cabe en una tote bag! Pronto haré un post con más detalles sobre ella por si os interesa.
Puede que su paseo marítimo sea el más bonito de esta parte de la costa, y en él hay varios restaurantes abiertos de sol a sol. Uno de ellos es Le Cabanon, un bistrot francés mediterráneo en el que cenamos uno de los días, y en el que fueron súper atentos con las peques trayéndoles pinturas para colorear y unos cojines a modo de alzador. Muy recomendable!
Pero como digo, todo el paseo está repleto de terrazas y chiringuitos para tomar algo, e incluso alguna tienda por si te has olvidado de la crema solar, o quieres comprar latas frías para la playa.
La playa es otro de los atractivos de este pueblo levantino, y es que dista mucho de las masificaciones que se encuentran en otras zonas de la costa en verano. Playa Centro es la más familiar, y tiene muchos servicios como columpios, duchas, aseos, y parking gratuito al lado. Nosotros optamos por esta, aunque uno de los días también visitamos Playa Paraíso. Teníamos que ver con nuestros propios ojos las aguas cristalinas de las que nos habían hablado!
Apenas sacamos unas fotos y tiramos piedras al agua, porque aunque prácticamente desierta y de aguas casi caribeñas, lo de que fuera completamente de canto rodado nos tiró un poco para atrás.
Por cierto, si estáis por aquí entre el 10 y el 11 de agosto, podréis disfrutar de Xocolatíssima, un evento que rinde homenaje al producto más emblemático de la localidad, el chocolate, y que ofrecerá rutas guiadas y degustaciones por el casco antiguo de Villajoyosa!
¡El lunes será el último post en el blog hasta la vuelta de vacaciones! Necesito desconectar unas semanas y preparar cosas nuevas para la nueva temporada del blog, pero podéis seguir nuestros pasos por Instagram 🙂
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