Tenía muchísimas ganas de intentar éste «Pinterest challenge». Sabía que a Martina le iba a encantar el experimento y meterse en la cocina a trastear, así que aprovechando la lluvia y el mal tiempo del domingo por la tarde, nos pusimos a ello.
Esta pintura de dedos tiene varias ventajas. En primer lugar, es rápida de hacer, cosa que se agradece cuando hay una pequeña impaciente por ver el resultado. Los ingredientes son fáciles de encontrar, baratos y todos «comestibles» por lo que es genial para los muy peques que todo lo quieren probar.
Necesitamos:
– 480 ml de agua
– 60 gr de harina de maiz
– 45 gr de azúcar
– 7 gr de sal
– Colorante alimenticio
– Recipientes con tapa para guardar la pintura
Colocamos todos los ingredientes (menos el colorante) en un cazo a fuego lento y removemos con una cuchara de madera. Al principio parecerá que no va a espesar ni en un millón de años, pero en unos tres o cuatro minutos, tendréis una mezcla como ésta.
Después, tan solo tenéis que llenar los botes con la mezcla, y teñirlos con unas gotas de vuestro colorante.
Para los niños es una oportunidad genial de ver cómo se pueden conseguir distintos tonos a partir de tres colores básicos como amarillo, rojo y azul. Nosotras hicimos rosa, azul, amarillo y naranja, pero éste último apenas se distinguía sobre el papel.
El resultado lo podemos medir en trozos de papel y risas. Gastamos aproximadamente unos tres metros de papel continúo y el nivel de pringosidad fue de 12/10 así que Martina disfrutó muchísimo con la textura.
Al terminar, tan sólo hay que cerrar los botes para que la mezcla se mantenga bien pasados unos días. Un recurso estupendo para los días de lluvia y frío 🙂
