Últimamente salimos de Madrid cada vez que podemos y nuestros fines de semana de otoño están llenos de campo por todos lados, pero el pasado domingo hicimos un plan a menos de 15 minutos de casa que nos encantó y que nos cargó casi tanto las pilas como un paseo por el bosque.
El Mercado del Campo de Montecarmelo es un mercado de productores que se encuentra en el interior de la Fundación Carmen Pardo-Valcarce y que normalmente se celebra el segundo domingo de mes, de 9:00 a 15:00.
La entrada es totalmente libre y tan sólo piden 1€ a la entrada en concepto de parking que además sabes que va a ir a buen puerto ya que la fundación lleva muchos años proporcionando puestos de trabajo a profesionales con diferentes capacidades físicas e intelectuales. Un motivo más para pasar por allí y aportar nuestro granito de arena al proyecto.
Llegamos a El Mercado del Campo sobre las 10:30 y aunque parecía tranquilo, a partir de las 12:00 la cantidad de gente aumentó de manera considerable y es que el recinto ofrece muchas posibilidades de ocio y para todas las edades!
Por un lado se juntan familias que llevan a sus hijos a practicar tenis o celebrar cumpleaños, los que tienen un espacio de huerta alquilado para plantar sus propios productos y van a cuidarlo los fines de semana, los que aprovechan para llenar el carro de la compra de productos locales, los que quedan allí a tomar el aperitivo con los amigos, los que como nosotros descubren el sitio de nuevas…
Hay dos zonas con puestos de productos locales en los que encontrar de todo, desde fruta y verdura de la huerta hasta huevos eco, aceites, vinos, miel, panes, bizcochos, productos cosméticos y hasta de limpieza eco!
Allí descubrimos las mermeladas y chutneys de Conchita, alias «Yaya Jams», los bizcochos sin gluten de Marina, el aceite de oliva a la naranja de Ò del Pla y la miel de azahar de Verónica de Reserva Gourmet, gracias a quien pudimos ver y tocar un trocito de panal de abeja!
Dimos un paseo por la huerta y era realmente impresionante como al mirar a un lado encontrabas la Sierra de Madrid, y al otro el complejo de las Cuatro Torres. Pudimos ver como algunas personas cuidaban de sus huertos, y visitamos un corral con gallinas, gallos y gansos. Una experiencia muy rural a un paso de la ciudad!
Como anécdota os cuento que las niñas pudieron conocer y acariciar a una auténtica paloma mensajera de competición, y que ganaron una calabaza gigante y una planta de fresas en una rifa solidaria en la que podías ganar hasta una cesta de productos ecológicos súper completa!
Justo estábamos a punto de irnos cuando descubrimos el invernadero y la sala de actividades del Huerto Escuela en el que varios niños estaban terminando un taller de pintura con vegetales, utilizando todo tipo de hortalizas para crear colores y pintar como si fueran acuarelas.
Disfrutamos de un día precioso de sol, además, de esos que ya no sabemos si el otoño nos regalará muchos más, y acabamos en mangas de camisa aperitiveando en una de sus mesas con fardos de paja como asientos, un broche genial para terminar nuestra visita!
La próxima fecha aún no está anunciada y no sé seguro si será el segundo domingo de mes, pero podéis estar atentos a sus redes sociales aquí. Nosotros volveremos seguro! ha sido un planazo familiar que nos apetece mucho repetir.
¿Qué habéis hecho vosotros durante el finde y qué planes tenéis para el próximo? ¿Conocíais el Mercado del Campo de Montecarmelo?
Por cierto! os recuerdo que hay dos sorteos activos en los que aún podéis participar y ganar un teatro Kamishibai de Sieteleguas y/o un cuento personalizado de Fabuloos Dreams 🙂
